sábado, 13 de mayo de 2017

WOODLAND


WOODLAND
En un ámbito rural donde la presencia de los bosques es tan significativa, el proyecto consiste en el aprovechamiento regulado y sostenible de dichos bosques como medio de conseguir revitalizar la comarca.
En estos pueblos los bosques son propiedad de sus vecinos y anualmente se aprovecha de ellos lo que estos generan en ese periodo de tiempo. Los ayuntamientos como gestor de dichos bosques subastan la madera que de estos se aprovecha, obteniendo unos ingresos que posteriormente se destinan a la mejora de los servicios.
El proyecto pretende dar un valor añadido a dicha madera. Para ello los ayuntamientos de la comarca formarán una sociedad cooperativa que sea la gestora y promotora de la creación de una industria derivada de la madera, que le aporte a esta dicho valor añadido y que a su vez genere puestos de trabajo. Dicha sociedad gestora ofrecerá puestos de trabajo y vivienda a familias con hijos dando preferencia a los descendientes de la comarca ya que estos tienen lazos afectivos y de identidad que favorecerá su arraigo en la comarca.
El aprovechamiento forestal regulado y sostenible consiste en procesar la madera de conífera en un aserradero, con los residuos generados en el propio bosque y en el aserradero, fabricar pellets y los residuos  del pellets y los no válidos para aserradero y pellets destinarlos a una planta de compostaje de residuos vegetales. Con la madera de frondosa se pretende obtener leña para los habitantes y los residuos que esta generará destinarlos a la planta de compostaje. Junto con esa industria se pretende introducir pequeñas industrias derivadas de la madera como son una fábrica de palets y talleres de afilado de las sierras.  Esa industria reportará unos ingresos que la sociedad gestora destinará a la mejora de servicios, a la ayuda de los nuevos habitantes y al cultivo de bosques de encina inoculada con trufa ya introducida en la comarca. La falta de uso de las zonas de cultivos provoca que los pinos estén invadiendo dichas fincas. Por ello mediante el cultivo de la encina se pretende controlar esa invasión espontánea del pino e incorporar otra actividad económica en la comarca. Junto a la planta de compostaje surgirán viveros que me permitan llevar a cabo dichos cultivos. A su vez se pretende recuperar el paisaje de la ribera de los ríos. Se necesitan una media de siete años para obtener trufa de la encina. Sería en ese momento en el que se crearía una industria de procesado de alimentos complementada por la micología y la apicultura.
La vivienda necesaria para los nuevos habitantes se pretende crear a partir de los edificios en ruina y no habitables existentes en dichos pueblos, que son cada vez más abundantes.  Se fomentará a su vez que parte de los nuevos habitantes sean ebanistas artesanos escultores que tengan su taller incorporado en la vivienda.  Las viviendas tendrán carácter incremental ajustándose a las necesidades de las familias que las habiten y consistirán en cajas de madera que se introducen entre los muros de las ruinas existentes, que pueden ser construidas por dichos artesanos ebanistas. De esta manera se puede conseguir vivienda de manera rápida y económica aprovechando los recursos que el bosque propio nos aporta.





No hay comentarios:

Publicar un comentario